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Ley brasileña para refugiados es considerada ejemplar

25 de enero de 2010

Vienen de Angola, Congo, Liberia, Uganda. Con las puertas de Europa cerradas, muchos refugiados africanos escogen Brasil para empezar de nuevo. Pero no sólo de África: Colombia es el segundo país de procedencia.

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La mayoría de refugiados proceden de África, especialmente de Angola.Imagen: AP

Prefiere permanecer en el anonimato por razones de seguridad. Como una de tantas mujeres africanas, María (no es su verdadero nombre), tuvo que abandonar su país para salvar la vida. Nacida en Uganda, esta asistente social de 43 años huyó acusada por el Gobierno de ser "rebelde".

María eligió Brasil como refugio. "Yo sabía que tendría dificultades para ser aceptada en Europa. Brasil era para mí más fácil". Hace siete meses que espera que su caso sea resuelto por las autoridades brasileñas. María viajó sola, dejando en Uganda a sus cuatro hijos de 20, 17, 16 y 11 años.

La imagen de hombres y mujeres africanos hacinados en embarcaciones que recorren el mar y tratan de alcanzar otro continente es ajena a los refugiados que llegan a Brasil. Esas escenas dramáticas están aquí lejos del imaginario colectivo. Los africanos que buscan empezar de nuevo en el país sudamericano llegan habitualmente a través de medios convencionales- en vuelos comerciales, junto al resto de pasajeros. Ése fue el caso de María. Los africanos representan el 64,8% del total de 4.240 refugiados registrados en Brasil.

Opción para los refugiados

Bürgerkrieg Angola 1993
Los angoleños son mayoría: muchos abandonaron su país durante la guerra civil.Imagen: dpa

Hoy, Brasil tiene una población estimada de 192 millones de personas -poco más de 4.000 son refugiados legales-. "Esa proporción obedece a la situación geográfica brasileña. Es difícil entrar aquí ilegalmente, tanto por mar como por la frontera terrestre", señala Renato Zerbini, responsable del Comité Nacional para los Refugiados (Conare).

Sin embargo, el número de refugiados africanos ha aumentado en los últimos años. "Las fronteras en Europa se han cerrado. Es casi imposible para ellos desembarcar allí. Además, hay países que fijan cuotas de refugiados, como Italia. En Brasil eso no existe", analiza el especialista.

En la actualidad, refugiados de 75 nacionalidades diferentes viven como ciudadanos brasileños: la mayoría procede de Angola. El segundo lugar de la lista lo ocupan los procedentes de Colombia, seguidos de los nativos de la República Democrática del Congo y de Liberia. "Algunos de ellos eligen vivir en Brasil. Los jóvenes, por ejemplo, lo hacen influenciados por el fútbol o la música. Porque ésa es la imagen de Brasil que se refleja en África", dice Renato Zerbini.

El camino hacia la legalidad

Según la ley brasileña, incluso un extranjero que ingrese en el país con documentación falsa tiene derecho a solicitar asilo. El Comité Nacional para los Refugiados, creado en 1997, establece que toda persona que se encuentre fuera de su país y tenga un temor fundado a ser perseguida puede buscar protección en el país. "Muchos huyen sin documentos, cruzan territorios, ni siquiera saben a dónde van", explica Zerbini.

Con o sin papeles, los fugitivos son interrogados por la Policía Federal de Brasil. Miembros del Conare entrevistan al solicitante, quien también es acompañado por el ACNUR, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados.

Hasta que el caso sea resuelto, el candidato percibe una ayuda económica que puede llegar al salario mínimo. Normalmente, los refugiados viven en albergues públicos y reciben asistencia de la organización católica Cáritas.

Los juicios duran un promedio de seis meses, mientras que las solicitudes son aceptadas en entre un 35% y un 55% de los casos. "Es una media generosa en comparación con la de otros países, donde ésta se sitúa aproximadamente en el 30%", explica Zerbini.

Amparado en las directrices de Naciones Unidas, el Gobierno brasileño no acepta a aquellos que hayan cometido crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra, que hayan participado en actos de terrorismo o estén implicados en el tráfico de drogas.

La ley brasileña no sólo recoge adecuadamente las directrices de la Convención de Naciones Unidas de 1951 en materia de refugiados. Incluso está considerada más amplia que la propia Convención.

Historias dramáticas en territorio brasileño

Flüchtlinge in Griechenland
La imagen de hombres y mujeres hacinados en embarcaciones no es habitual: muchos llegan a Brasil en avión.Imagen: dpa

Los archivos de la Conare almacenan historias dramáticas. Entre ellas, la de dos cubanos que, a bordo de un pequeño barco, llegaron a Santos -en la costa sur del estado de São Paulo- pensando que habían desembarcado en Miami, Estados Unidos.

También hay casos de africanos que llegan a puertos brasileños de forma ilegal: algunos son descubiertos en alta mar. Hace dos años, pescadores de Natal, al noreste de Brasil, rescataron a tres refugiados que navegaban a la deriva atados a unos barriles. Habían intentado viajar desde África a Brasil en la bodega de un barco. Cuando fueron descubiertos, los marineros los arrojaron al mar.

"Cuando un barco hace escala en cualquier país, el patrón del navío es responsable de los extranjeros que se hallen a bordo. Es habitual que los miembros de la tripulación intenten deshacerse de los ilegales para no tener que dar cuenta al gobierno de turno", explica Zerbini.

Intento de reencuentro

"Cuando un refugiado se siente seguro, lo primero que hace es tratar de encontrar a quien dejó atrás", dice Alexandra Aparicio y ella lo sabe bien: su madre pidió asilo en Brasil para escapar del comunismo en China en 1954. Su experiencia personal hizo que Alexandra se decidiera a trabajar para una agencia que ofrece servicios a los refugiados.

La Refugee United (RU) -Refugiados Unidos- fue fundada en 2005 en Dinamarca y tiene oficinas en Estados Unidos y Brasil. La organización intenta unir a las familias con la ayuda de Internet: en São Paulo, los refugiados disponen de dos salas con ordenadores para investigar sobre el paradero de sus seres queridos usando la base de datos de RU.

Hay historias emocionantes, como las que relata Alexandra: Iona, de Etiopía, logró encontrar a su mujer a través de RU. Ella vivía en Inglaterra, después de haber pasado por Zimbabwe y Botswana. "Muchos de los que vienen aquí son los africanos de Etiopía, Uganda, Guinea, Costa de Marfil", explica Alexandra, "y también vienen para sentirse acogidos, para hablar, para contar lo que le sucedió a su madre, a su padre, a los hijos que quedaron atrás".

De acuerdo con Renato Zerbini, los refugiados son bien acogidos por el pueblo brasileño. "Llegan aquí pensando que serán maltratados. Pero la mayoría consigue integrarse, trabajar, estudiar y hacer su vida en Brasil", concluye.

Autor: Nádia Pontes / Emili Vinagre

Editor: Luna Bolívar Manaut